miércoles, 26 de enero de 2011

Detalles que importan, que dejamos atrás...



Algunos confunden el carisma con el liderazgo. La sensualidad con el pecado. Opiniones por protestas. Mujer golfa, le dicen… corretea por las barras de los bares. Mujer fatal enamorada de los tacones de aguja que acaban en sus manos al amanecer. Mata a las horas muertas a golpe de bailes que destrozan su imagen por la carga de sexualidad que transmiten...y acaba descansando en cualquier taburete incómodo, acortando las largas noches con ron, ron que le hace recordar y dibujar en las servilletas de los bares al amor pasado de su vida, prometiendo no volver a verlo ni en pintura. Sus escotes crean interés por saber que habrá más allá de su piel.

¿Y ella?…..ella viendo en los ojos ajenos envidia, desprecio o adoración, explica con su mirada y gritando con las cuerdas vocales en mute, que dentro de la piel que deja ver su escote desaparece la imagen ficticia creada, y aparece la imagen de lo que siempre estuvo ahí y nadie se molestó en conocer. Sólo es una chica adicta al vintage, agradecida por la existencia, en otro tiempo, de aquellos pioneros de las tertulias en cafés con arte y sentimiento, gitanos bohemios…. Pequeña gran mujer que adora la música de verdad formada con palabras recortadas que buscan más amigos vocablos para formar frases que rellenen melodías, y así poder escuchar poesías al amanecer, que naveguen por un mar de versos a orillas de una canción improvisada. Disfruta mientras nota como esa canción que suena a través del gramófono del bar de moda, se filtra en el aire a través de notas y sentimiento, y deja que el viento enrede almas que se unen para poder dormir esa noche con cuentos de historias reales….
No es una doble vida la que lleva…es solo vida que tiene que ser vivida para no morir viviendo. Un único ser ante un mundo lleno de puntos de vista. Y a ella le da igual si aciertan o se equivocan. A ella sólo le importa ir abriendo nuevos caminos, y dejar huella con sus tacones de aguja.

jueves, 2 de diciembre de 2010

Mente y Corazón

Me levanto. Miro por la ventana. ¡Está todo blanco! Pero…no ha nevado. Me doy cuenta de que sigo en la cama, lo blanco está solo en mi mente. No hay nada, solo paz. No veo nada dentro de mí. Me relajo. Qué bonito es a veces perder la memoria por unos instantes para que deje de doler. Pero, ¿qué es eso que suena? Pom pom, pom pom…Otra vez ese corazón insensato. ¡Vete! Me haces ser débil. Yo solía ser fuerte; sobrevivía a mis propias luchas internas y sabía afrontar las externas. Pero me haces sentir y darme cuenta de que puedo tocar, oler, saborear, oír…pero no puedo ver, no puedo ver porque me ciega la ausencia de lo que pienso cuando lo blanco desaparece y comienza a teñirse de azul oscuro, casi negro. Y ya no sé diferenciar la realidad de los sueños. Incluso a veces no sé si toco de verdad o solo sueño. Suele pasarme.
Siento tan fuerte que todo parece estar pasando en el preciso instante en el que hago uso de mi desvariada imaginación, hasta que de repente, cojo una bocanada de aire inmensa que llega hasta mi cerebro, dándole oxígeno y dejándole volver a lo que no estaba pasando, esta vez meditando, intentando ser consciente de la realidad, esa realidad que solo me abandona cuando desvarío, cuando emborracho mi mente de locura e impido dejarla hacer su trabajo, cediéndole el primer puesto a mi más amado enemigo, corazón.
Medito sobre situaciones del pasado, sobre las actuales, y sobre mis propósitos para el futuro y me pregunto: ¿Estoy haciendo realmente lo que quiero? O simplemente… ¿sueño tanto que creo que lo estoy haciendo y por eso dejo de esforzarme?
Tengo que encontrar el sitio en el que está mi felicidad… tiene que estar por algún lugar de mi mente, últimamente atontada y sin reservas. No puedo dejar que el corazón haga todo el trabajo, confuso para mí si no dejo actuar a la mente. Debo aprender a fusionar mi cuerpo, pero me resulta difícil incluso en estos momentos, en los que siento que ya no sé ni escribir.
No sé si mi problema es la falta de autoestima, o simplemente una realidad dolorosa.
Pero, ¿quién sabe? A lo mejor todo esto solo es otro sueño acomodado en lo más profundo de mí y puede que ahora coja aire de nuevo y ni siquiera sepa de qué trata el párrafo borroso que hay en la pantalla de mi ordenador. ¿Cómo se da cuenta uno de que lo que está viviendo no es un sueño del que tarde o temprano va a despertarse? ¿Cómo saber diferenciar la realidad de la placentera sensación que da imaginar lo que uno quiere?..y en ese caso, ¿cómo puedo aprender a usar mente y corazón de una forma sensata si ni siquiera sé como separar lo anterior?
Hasta cuando estoy completamente convencida de algo, aplastan los sentimientos a los pensamientos, cogiéndoles ventaja, y creándome confusión.

lunes, 9 de agosto de 2010

Basado en hechos reales…

¿Alguna vez pidieron un deseo en medio de una lluvia de estrellas y se cumplió?

¿Imaginaron un dialogo entre el amor de sus vidas y su yo más enamorado, y lo vivió después?

Alejada de las creencias en cualquier tipo de superstición…una niña llamada Karen, hace unos años pasaba de largo ante la frase...”Si ves una estrella fugaz, pide un deseo”…y ahora siempre mira al cielo esperando que pase una.

Un solo cambio puede generar muchos más. Tras cambiar cualquier cosa, las personas implicadas deben adaptarse…

De de pequeñita Karen participaba en actividades para niños llevadas de la mano del Hermano Javi, una gran persona y mejor amigo de Karen y su grupo de amigos/as. Hermano de una congregación religiosa de la que formaban parte más aspirantes, hermanos y padres que cuidaban de ancianos y niños….y el cuál murió e hizo que con su muerte comenzara el cambio…

El cargo vació que dejó el Hno.Javi lo ocupó el Hno.Antonio; un chico joven, rubio y de ojos verdes, con la sonrisa más bonita que Karen había visto jamás.

Pobre ilusa enamorada de un chico que formaba parte de una congregación religiosa y que era ocho años mayor que ella, ¡sería de masoquistas que comenzase a pensar que él era el amor de su vida!..¿no? Pero mientras el tiempo pasaba, más claro tenia Karen que no podía vivir sin Antonio. Una y otra vez se repetía a si misma que debía olvidarle. Estaba tan obsesionada que le parecía ver los mismos sentimientos en Antonio, como si él también deseara besarla más que cualquier otra cosa en el mundo; hasta que Karen ponía de nuevo los pies en el suelo e intentaba verlo desde un punto de vista realista.

Tras muchos eventos compartidos, momentos acompañados de canciones de Il Divo y Luis Miguel, y miradas de complicidad, Karen sentía su corazón dando golpes en su pecho, tan fuertes que llegaban a hacerle daño.

Al llegar a casa la nostalgia derretía todo su ser y la hundía en el vacío de su alma.

Una noche de verano de 2007, Karen, que para entonces ya tenía 17 años, salió con sus amigos. Había lluvia de estrellas, y fueron a verlas desde el punto más alto y oscuro de su pueblo. Era la noche perfecta para pedir un deseo.

Desganada por no creer en esas cosas y a la vez desesperada por tener el amor de su amado formuló su deseo, no solo una vez ni dos, sino que pidió el mismo deseo por cada estrella que vio dentro de la lluvia de estrellas.

Pasados unos días, a través de las nuevas tecnologías y después de una larga conversación entre los dos, Antonio mandó un TE QUIERO escrito que sonó a voces en la habitación de Karen.

Karen le contestó con otro te quiero entre lágrimas que le impedían ver la pantalla de su ordenador.

Una vez expresados sus sentimientos tocaba cumplir el deseo de besarse, tocarse, abrazarse; pero no era tan sencillo… ¿Una chica de 17 años con un fraile de 25? Rozando lo ilegal y para algunos seguro que lo inmoral…

A Karen le preocupaba pensar que lo que él sentía no era tan fuerte, que después de todo ya no iban a avanzar más, que no podría besarle nunca… Esperaba que él, al igual que ella, dejase los prejuicios a un lado y luchase por lo que sentía…

Una mañana de la primera semana de septiembre, Antonio llamó a Karen. Ella había dormido mal y se le había hecho tarde. Aun no había hecho las tareas de casa como solía. Antonio quería verla, le dijo que la necesitaba, que no vivía más sin besarla, sin verla... Quería quedar con ella esa misma mañana y por supuesto, Karen no se lo pensó. Bajó al sitio en el que habían quedado, él la recibió con una sonrisa a la que Karen contestó con otra, y se fueron.

Nadie sabía lo que estaba pasando entre ellos dos, ni Karen ni Antonio contaron dónde iban a estar ese día…el secreto mejor guardado de todos los secretos.

Abrazos intensos, besos apasionados, miradas llenas de amor verdadero… Un día que ambos hubiesen querido que durase la eternidad.

Llegó la hora de aparecer por casa. Llena de esperanzas por no encontrar a sus padres y hermanos allí para no tener que dar explicaciones, Karen entró. No había nadie asíque sonrió creyendo haber conseguido su objetivo, pero ni se imaginaba dónde estaba su familia, amigos, padres de amigos, conocidos, etc.

Al llegar a casa y no ver a su hija, los padres de Karen se preocuparon. Estaban las camas sin hacer, todo por el medio…ella nunca había hecho algo así…pensaron lo peor. ¿Un secuestro?

Después de buscarla sin parar y antes de ir a denunciar la desaparición de su hija, alguien les dijo que ya estaba en casa, que había estado con el Hermano Antonio.

Al llegar a casa, Karen y su madre rompieron a llorar, le pidió que nunca le volviese a darle un susto tan grande. Hablaron largo y tendido y su madre comprendió que el amor puede con todo, que no podía prohibirle a su hija ser feliz. Por parte de su padre además de comprensión hubo un pequeño castigo que al final duro lo que tarda en derretirse un hielo al sol en verano.

Antonio dejó la congregación religiosa y se quedó con Karen.

Después de todo esta bonita historia de amor duró solo seis meses y nadie sabe porqué terminó, ni siquiera Karen.

Hoy queda en el recuerdo, y aunque el dolor del desamor fue más doloroso que el principio, cuando Karen pensaba que no lo iba a tener nunca, ella lo volvería a repetir una y mil veces…

Es preciso que dejes un espacio vacío para que cosas nuevas lleguen a tu vida…

-Mónica-

martes, 25 de mayo de 2010

HAPPY B-DAY HONEY!! =D

¡Hola princesa!

¿Sabes qué?...

…hace 22 años el mundo fue afortunado de que una gran mujer diese a luz, un 25 de Mayo de 1988, al mejor personaje de la historia de mi vida…alguien que pronto, tan solo 11 meses más tarde, con solo una mirada comenzaría a formar parte de mi…no solo como amiga, prima y confidente, sino como hermana.

¡Qué decirte que no sepas honey!, desde pequeñitas comenzamos a compartirlo todo, y 21 años más tarde seguimos unidas, como siamesas que nacen unidas por un mismo corazón. Cuando has sido feliz, yo también lo he sido, cuando has sufrido, mi alma se ha hecho pedazos y ha sido el mismo corazón el que lloraba; cuando has conseguido logros me he sentido tan orgullosa, como si tu logro fuese el mío también. Los mismos latidos.

Tan parecidas y tan diferentes que llegamos a complementarnos en un 100%. Puede que haya gente en el mundo que busque su alma gemela. Yo nunca he tenido que hacerlo, la mía nació antes que yo, el 25 de Mayo del 88.

Cuántos momentos mi niña, buenos y malos. Se me vienen tantas cosas bonitas y amargas a la cabeza que me dan ganas de llorar de felicidad por tenerte en mis recuerdos, por nostalgia, añoranza, por saber que aun tenemos que guardar muchos, muchos más…

Eres la persona más sensible y a la vez la más fuerte y valiente que conozco. Puedo pedirte que no cambies, pero no quiero ser egoísta ya que probablemente, con el paso de los años, ambas cambiemos para bien o para mal; pero si te pido por favor, que me prometas, que pase lo que pase, TÚ y Yo seguiremos unidas SIEMPRE.

Gracias por todo mi Amor
TE QUIERO
Mónica


http://www.youtube.com/watch?v=Y0jhtu7uHhY

jueves, 29 de abril de 2010

La búsqueda continúa. Por favor, compruebe más tarde.

 
El domingo volvimos, por tercer año consecutivo, de la Frühlingsfest. Hoy todavía estoy algo desorientado y mi voz no acaba de recuperarse del todo, ha sido un fin de semana inverosímil, alucinante, el mejor año.

Hay un tópico que dice algo así como que tienes que irte lejos para darte cuenta de lo que tienes en casa. Pues bien, este viaje he experimentado una variante al llevarme lejos lo que tengo en casa.

Los resultados del experimento han sido un tanto dispares, me explico.
Por una parte tengo que hablar de mis amigos, esos locos bajitos, entre tanto bávaro. No recuerdo a quién le comentaba que, pienso que la edad nos va llenando de vicios (sanos o no) y de pequeñas manías y que todo esto supone la disminución del ancho de banda de los filtros que la selección natural-cultural-nacionaldeespaña va imponiendo en varios ámbitos de la vida (relaciones, trabajo...). El resultado ha sido el esperado, y no me queda más remedio que reafirmarme en ello. Con esto no pretendo meter miedo, el mensaje es claro: “treinta, hasta esa edad no me caso, Mori”.

También he descubierto que la tontería y la locura no tienen fronteras, estamos igual de tontos en Alcuéscar que en Stuttgart, eso sin duda. En el avión nos contuvimos un poco, pero es que hay que tener en cuenta que, en las alturas, la presión es una variable extensiva, porque ¡las alemanas son muy altas!

En cuanto a equipaje... bueno, allí  se quedó, o anda viajando por algún país tropical, probablemente. Iberia, en su web, me dice:“La búsqueda continúa. Por favor, compruebe más tarde…” 
 Al principio me enfadaba, y aumentaba mi enfado cada vez que pulsaba la tecla F5 para recargar la página. Hasta que me he dado cuenta de cuánto han cambiado las cosas en los últimos meses; porque hace no tanto, solo recibía esa maldita frase a cambio mientras esperaba a que regresaran o llegaran a mi vida las personas. Hoy las tengo a todas, hoy esa búsqueda ha acabado, por fin.

La moraleja es clara, tengo la certeza de que lo único que regresa incondicionalmente, antes o después, pero siempre a tiempo, son las personas que quieres.

martes, 13 de abril de 2010

Coleccionista de momentos

Todavía es martes 13 de abril. Son las 22:41. Está lloviendo fuera. Estoy en mi guarida tomándome un té de menta, con una luz tímida y música de la película AMELIE de fondo.
Esta tarde he estado recordando París, y de París he viajado a Polonia, y de ahí a mi época en el instituto, en el pueblo; pensando en amigos que lo fueron, en los que permanecen y en los nuevos. Madrid como nueva ciudad, la universidad, Túnez...y miles de momentos seleccionados y guardados en la caja fuerte de mi alma, que me hacen escribir ahora.

Encima de mi armario tengo dos cajas llenas de papeles. Algunos son solo la servilleta de un bar en la que un amigo puso su nombre,el mío, la fecha y un halago, frase o cualquier cosa; otros, papeles de sitios en los que decidí coleccionar un momento bonito, fotos, libros, cartas...

No podría describir cada momento que me ha hecho feliz.

La primera vez que viajé al extranjero, destino: París. Mi momento favorito: la entrada en la plaza de los pintores, en Montmartre, anocheciendo, y dentro de la plaza un grupo de artistas solitarios que me hacían vivir mi propia película imaginaria.

Momentos con mis amigos en la plaza, el atrio, la forma', el parque, la kronos, la Estrella, nuestras fiestas...

Frases mágicas dentro de charlas con amigos en un momento cualquiera que de repente se convierte en especial.

Momentos de amor verdadero, amor pasajero, amor embustero, amor confuso...para mí ninguno favorito, todos guardados, no en su totalidad, sino en fragmentos, porque aun no ha llegado el amor real(del cual custodiaré cada detalle), pero de todos colecciono algún momento...

Momentos de soledad antes de quedarme dormida en los que pienso y pienso y pienso, e imagino y fabrico diálogos, imagino también situaciones que nunca pasaron, respondo preguntas que nadie hizo...

Mi familia, mi elixir personal que me cura el alma de momentos desdichados y la alimenta con momentos inolvidables, incapaz de describir todos y cada uno de ellos.

Miles de momentos especiales que duraron un instante, segundos, minutos, o incluso horas
. Todos merecieron la pena, todos han quedado fosilizados para que perduren en el tiempo, incluso hasta para cuando el fosil sea yo.


Son las 23:59, mi té se ha quedado frío, ha dejado de llover y la única luz que hay ahora es la que sale de la pantalla de mi ordenador. Pequeñas variaciones desde que empecé a escribir a las 22:41, y una gran diferencia, acabo de coleccionar otro momento.....